30 agosto, 2008

París- La noche más divertida: Aux Trois Mailletz


El cabaret sigue vivo en París, Aux trois Mailletz así lo confirma. Si alguna noche la recuerdo como memorable de la diversión a tope, ha sido la que visitase por pura casualidad este espectacular garito. En el bello barrio de Saint-Michel se encuentra este restaurante, piano bar, cabaret.

El piano bar se encuentra arriba, un pianista y algún clarinetista le acompañan, hay gente variopinta, sabor intenso en el ambiente. El cabaret, una cueva al sótano, músicos africanos y de las Antillas llevan el mejor ritmo de su música, igual una presentación de música árabe, jazz o salsa. Bailarinas que se contonean por encima de las mesas y diversión, mucha diversión.

Si hay algo que tiene este lugar es ambiente, intensidad y buena música. Su historia remonta a 1948, y sus espacios han sido escenarios de artistas como Léo Ferre, John Coltrane, Dizzy Gillespie, Luis Amstrong, Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Arturo Sandoval o Nina Simone.

En su página web se pueden apreciar muchas fotos, vídeos e incluso escuchar canciones de sus artistas. ¡Larga vida al cabaret!


Rue Galande, 56
París
Francia
Metro: Saint-Michel
Telf. piano bar: +33/01 43 54 00 79
Telf. cabaret:
+33/01 43 54 42 94
Piano bar abierto a partir de las 18 h
Cabaret abierto a partir de las 22.30 h
Web: www.lestroismailletz.fr



Imágenes: ©Aux trois Mailletz

29 agosto, 2008

Dubrovnik- Una copa, chapuzón y la vista más hermosa


En la ciudad antigua de Dubrovnik, saliendo por un rinconcito de su espectacular muralla, el visitante puede refugiarse en un verdadero oasis: Bard. Éste es un sencillo bar chiringuito en cuanto a lo que ofrece: cervezas, gaseosas y alguna copita de vino sin pretensiones.

Lo mejor, su ubicación, mesas en las piedras que rodean la muralla y el Adriático a los pies, en el que se puede tomar un baño o broncearse. La atención y la música es buena, jazz de los grandes maestros o a veces un más juvenil Manu Chao, dejarse caer al atardecer es una inigualable experiencia, los barcos atravesando el horizonte, los kajak anaranjados regresan de sus travesías, todo se pone dorado en las piedras blancas de la ciudad.

Una sola cosa, no tiene servicios, los precios muy normales, 20 kunas una cerveza, unos 2,80 euros, más o menos.

Keneza Hvrsa, 11
Dubrovnik
Croacia






Imágenes: ©Claudia Hernández


26 agosto, 2008

Zagreb- Baltazar: precio versus calidad


Fuimos al restaurante Baltazar, en Zagreb, por una recomendación entusiasta que parecía en a guía Lonely Planet. El sitio es bonito, no por su decoración en sí misma, sino por sus espacios semi abiertos en el que se puede ver plantas y disfrutar del buen clima de la ciudad.
En líneas generales la comida llega a ser cuanto mucho correcta, pero nunca sobresaliente, si tomamos en cuenta que el restaurante es un poco caro...

De entrante, una minúscula ración del rico queso de Pag, que no dejó de asombrarnos por sus escasos cinco (¿o cuatro?) delgados trozos. El enrollado de cerdo combinado con queso quizá fue uno de los platos más gustosos, el bistec Baltazar, que viene con un poco de foie de cerdo resultaba sabroso pero sin sorpresas. Se podría repetir lo mismo con le resto de segundos platos que pedimos, el solomillo a la plancha y el preparado con salsa de frutas: buenos pero olvidables. Los acompañamientos (que se cobran aparte) no ayudaban, excepto los ñoquis. Los champiñones, si bien estaban al dente, eran bastantes sosos. Las patatas asadas parecían de las que vienen congeladas.

Los vinos son algo caros, y no del todo buenos, además de que lo sirven un poco caliente y mal (el camarero insistía que era un trozo de corcho el insecto con alas que había caído en mi copa). El servicio deja mucho que desear.

El precio por persona, sin postre, son aproximádamente unos 35 euros. Quizá cosecharon buena fama o gozan de buen marketing, por mi parte, no vuelvo.

Nova Ves, 4
Zagreb
Croacia
Telf.: +385 01 466 69 99
web:
www.restoran-baltazar.hr


Imágenes: ©Claudia Hernández

20 agosto, 2008

Split- Inolvidable Taberna Hvaranin


En mi reciente viaje a la bella Croacia hubo dos restaurantes que realmente nos encantaron. En la ciudad de Split, la Konoba (taberna) Hvaranin es uno de ellos. Llegamos allí por consejo de un grupo de señoras mayores (suelen tener experiencia en estos temas) y luego de una sesuda disertación nos recomendaron ésta. El consejo no pudo ser mejor, un restaurante de pocas mesas, en el que parece solo trabajan dos personas, el camarero y el cocinero.

Acogedor, sencillo, paredes con libros en sus estanterías, mesas con manteles de tela, fotos antiguas de la isla y una excelente atención. El pan es hecho en casa, realmente delicioso. Allí tomé el mejor vino de todo el país, lo que denota una preocupación por escoger sus bodegas. Siempre apostamos (me refiero a todo el viaje) por los blancos de la región, ya que suelen ser de mejor calidad que los tintos.

Como primeros platos, una ración del delicioso de queso Pag, unos ricos boquerones en camas de rúcula y lechuga, decorados con alcaparras. Un plato típico de entrante es la ensalada de pulpo, la cual se sirve fría y sazonada con hierbas, muy equilibrada, ligera y fresca. Las raciones son generosas. Ofrecen un excelente pescado, como el atún o de carnes blancas según la temporada, en este caso una deliciosa lubina, los cuales acompañan con acelgas delicadamente servidas al vapor, al igual que las patatas y otras verduras. Uno de los platos más deliciosos que sirven son los tallarines con almejas, diría que son perfectos, sabor equilibrado y fresco sabor del mar, inolvidables.

El cocinero a veces se asoma para ver la cara de los comensales. En nuestras dos noches en Split, repetimos allí, echamos de menos un día más para seguir probando su carta. Los precios son normales dentro de la media. No se aceptan reservas.

Ban Mladenova, 9
Split
Croacia
Tel.: +385/091 76 75 891








Imágenes: ©Claudia Hernández

01 agosto, 2008

NY- En el Marriott: una vista y un cóctel

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Tuve la suerte de conocer a Nueva York de la mano de dos Neoyorquinos, María y Vinny Fugere. Entre los cientos de lugares a los que me llevaron y que he vuelto, ha sido al View lounge del hotel New York Marriott Marquis. En pleno corazón del Times Square, uno puede escapar del trepidante ritmo con tan solo tomar uno de sus sorprendentes ascensores, que en apenas segundos te llevan por más de 37 pisos (creo que equivalen a 50).

La decoración, aunque cuidada, no es de diseño y tiene algo de aire de los tempranos 80, por lo que oscila entre lo pasado de moda y lo clásico. La cuestión es que tiene una vista estupenda, el bar va girando lentamente, por lo que permite ver a Nueva York desde arriba, lejos del bullicio y, contemplándose desde las puntas de sus rascacielos.
Sus servilletas tiene un dibujo de los edificios, que permiten identificarlos como del de la Chrysler...

Una buena opción para detenerse, descansar y tener otra vista de la ciudad con un delicioso manhattan en la mano o una cerveza, por qué no.
El ambiente pareciera muy formal, pero dejan entrar en ropa casual de día (nunca he intentado de noche). Los precios no son caros pero tampoco económicos, un poco en la raya de ambos.
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Entre la 8ª Av. y la 46
Times Square
1535 Broadway

Nueva York- EE UU

Web: Marriott Marquis






. Fotos: ©New York Marriott® Marquis